Como ya hicimos con la saga de Corto Maltés, el año pasado hicimos entradas sobre distintos álbumes de Los Pitufos, el clásico de la BD francobelga y la obra maestra de su autor, el genial Peyo, en orden numérico de España. Así que, sin pitufarnos más, vamos a pitufar la segunda parte sobre esta serie de pitufos que viven aventuras bien pitufas.
Recordatorio antes de empezar: los pitufos se basan en una especie de mundo de fantasía heroica, ya que existen criaturas mágicas, la magia, reinos y caballeros, etc. La mítica serie Johan y Pirluit, sobre una pareja de aventureros, un caballero y su rubio paje, es el inicio de todo esto, pues uno de sus episodios gira en torno a una flauta mágica que te hace bailar hasta perder el conocimiento. Bien, dicha flauta está hecha por el pueblo de los pitufos, un pueblo extraño, diminuto, de color azul y dirigidos por un patriarca con sombrero rojo. Como todos son iguales en apariencia, se van diferenciando por sus personalidades: pitufo gruñón, pitufo filósofo, pitufo bromista… El éxito de este añadido fue total, de tal manera que Johan y Pirluit, de forma injusta, porque es un cómic magnífico, pasan a ser secundarios para, finalmente, terminar. Y desde ahí, el éxito, con millones de álbumes, muñecos, películas… Peyo, su creador, hizo los primeros dieciséis números, siendo que a partir de ahí se encargaría su hijo. Su nombre original, el de la saga, es bastante impronunciable. Dice la leyenda que Peyo le quería pedir que le pasara el salero a Franquin (creador de Spirou), y, como no le salía la palabra, dijo algo impronunciable. En inglés, se usó Smurf, algo que remite a idiota, mientras que, en España, al entrar este cómic por Cataluña con la editorial Bruguera a la cabeza, lo tradujeron como pitufos, de la historia infantil catalana el pitufet, que son esos señores con barretina tan característicos de esta región.
6. Los pitufos y el Ketekasco
En este álbum no solo se cuenta esta historia, sino también el del pitufo aventurero. Aparte de este apéndice, un apéndice muy divertido donde todos los pitufos han de rescatar a un fugado del pueblo, el primero es el más largo, que da título. Es un experimento de Papá pitufo o, mejor dicho, es un experimento fallido de Papá pitufo que, al delegar su eliminación en unos pitufos un tanto torpes, se acaba liando. Y es que ese mejunje acelera el crecimiento y acaba convirtiéndote en un ser agresivo. Al caer sobre un polluelo… pues, en fin, ya os podéis imaginar. No es un álbum tan recordado y la siguiente historia, la del pitufo aventurero, es corta y casi que más buena, pero es un álbum, como todos, divertido.
7. El astropitufo
Desde ya, te lo decimos: estamos ante un álbum muy divertido, de los mejores, con esas situaciones pitufescas que solo puede dar un cómic de Peyo. Un pitufo de la aldea pretende ir al espacio por su santísima voluntad, haciendo incluso su propio cohete. Papá pitufo se apiada de él y decide… hacer un teatrillo para engañar al pitufo y que crea que ha llegado a la luna. Como os podéis imaginar el surrealismo hará gala en el tebeo entre el pitufo astronauta (con su traje espacial y todo) y el resto. Es ciencia ficción made in Pitufos. Tras esta historia viene otra también de inventos, muy divertida también, la del molino que puede trastocar el tiempo, lo cual dará lugar, como podéis imaginar, a toda una locura cuando no se pongan de acuerdo si quieren que haga sol, llueva, etc.
8. El pitufo aprendiz
Otro buen álbum de Los Pitufos, en el que uno de ellos, curioso, quiere saber de los secretos de papá pitufo en la alquimia y, claro, todo saldrá mal. Lo malo es que, para solucionar su problema, hay que ir a donde Gargamel, y eso no suele salir bien… También le acompañan la historia Trampas para pitufos, con un Gargamel que demuestra que los pitufos no son muy difíciles de engañar y Romeos y Pitufina, muy cortita y graciosa.
9. Historias de pitufos
Como su propio nombre indica, son historias de pitufos, de una sola página cada una al estilo tira cómica de periódico. Un divertimento total, lleno de gags y situaciones humorísticas que demuestran que los pitufos no necesitan de historias muy enrevesadas, pues solo con su poder cómico es suficiente. Bien dibujado y muy fácil de leer, es un álbum temático: el de los cortos. De los mejores, sin duda.
10. El pitufo verde y el verde pitufo
Otro álbum divertido, quizá el más claro en su parodia sobre las peleas y guerras absurdas de países y ciudadanos. En el álbum, a raíz de unas dudas lingüísticas aparentemente ingenuas, se acaba liando una especie de guerra civil entre los pitufos, divididos en dos facciones que terminan, o casi, en una guerra civil y que lleva a papá pitufo a una situación extrema. La segunda parte del álbum son historias cortas recopiladas como Juegos pitufolímpicos, más que nada porque están centrada o en la pesca o, sobre todo, en el tiro con arco. Son historias al estilo del álbum Historias de pitufos. Divertidas, no deja de ser un recopilatorio sin línea argumental.
Frikadas Mil 