Queremos compartir ahora con vosotros un plataformas para Playstation 4 que ha pasado algo injustamente desapercibido: Tearaway: Unfolded, la versión para la consola de sobremesa de SONY de ese original juego llamado Tearaway de Playstation Vita. Un juego con la magia típica de Media Molecule y que te hace disfrutar y sonreír casi desde el minuto cero. El mundo de los recortes de papel pintado, en un juego con una jugabilidad sin precedentes.
Tearaway: Unfolded no puede quitarse de encima el recuerdo de esa obra maestra, uno de los mejores de la anterior generación, que fue Puppeteer. ¿Y eso es malo? Todo lo contrario, hace que el juego encante aún más y guste aún más. Porque hay juegos buenos y otros simpáticos, y este Tearaway: Unfolded es bueno y simpático. Pero eso no quiere decir que su única virtud sea el recuerdo de otro juego (recuerdo, por cierto, en cuanto a espíritu), no nos malinterpretéis: Media Molecule tiene tal capacidad para recrear mundos propios y creativos que este juego le puede dar gracias a algunos juegos por existir, pero no le debe nada a nadie. Es más, si acaso va aún más por delante de LittleBigPlanet en cuanto aprovecha el mando de Playstation 4 como no lo aprovechó nadie en la anterior generación, con tanta polémica por los supuestos plagios y robos de ideas entre compañías que hubo (nos atrevemos a nombrar incluso el de Wii).
Tearaway salió para Playstation Vita como un juego que aprovechaba (y de qué manera), la portátil de SONY: uso del detector de giros/movimientos, del panel táctico frontal y trasero, de la cámara, del micrófono, de la potencia de la máquina, etcétera. Era un must have necesario para una consola brutalmente desaprovechada y necesitada de estos bombazos como el comer.
Pero Media Molecule, los creadores de LittleBigPlanet (y del futuro, enigmático y revolucionario Dreams), que son una importante first party de SONY, herederos de la añorada Lionhead Studios, decidieron que el juego podía adaptarse a la Playstation 4, ayuna de juegos de este tipo (quitando el infravalorado Knack). Así, lejos de ser un mero port, es una adaptación total con más horas (de 6-8 horas pasa a 8-10), gráficos dignos de la máquina a la que va destinada (está hecho de cero) y, sobre todo, en la parte jugable, uno de los mejores usos dados a un mando (y a la cámara/micrófono) en mucho tiempo. Incluso un fallo típico de los LittleBigPlanet, el que más parezca un tutorial para el verdadero juego, el multijugador, aquí está solucionado, con un juego con un modo historia mucho más trabajado.
En la historia somos un muñeco hecho de papel de un mundo también de papel que debe ir a reunirse con el Tú (el jugador). Somos una mensajera o un mensajero (se puede escoger el sexo al principio) que debe entregar un mensaje y reparar el cielo. Por el camino tendrá que ir usando poderes para hacerse paso y evitar que el mundo caiga en manos de los pedacitos (trozos de cartón y papel de periódico).
Esta historia es una excusa para el verdadero meollo: la jugabilidad. El mando, en toda su extensión, es el verdadero protagonista del juego. En lo tradicional, no tenemos pérdida: X para saltar (cuando ganemos el poder, porque todos los poderes se irán desbloqueando poco a poco) y la palanca izquierda para movernos y derecha para la cámara (y un modo adorno, esto es, pegarnos cosas en el cuerpo al estilo LittleBigPlanet). Sin embargo, ahí acaba lo tradicional y es cuando empieza la fiesta: L2 o R2 pulsado, se ilumina la pantalla con la luz que se proyecta del mando de Ps4, y si movemos el sensor de movimiento, dicha luz se mueve. Así, podremos luchar contra los pedacitos mareándolos y descubrir elementos de pantalla que reaccionan a la luz. Esto cuando es de noche o está oscuro.
Otro uso original es el del panel táctil. Con él, al pulsarlo, podremos hacer que nuestro personaje salte en ciertos sitios macados o, frotándolo de arriba abajo o de derecha izquierda, aparezca una ráfaga de viento para vencer a enemigos o mover los papeles del escenario para poder seguir avanzando. No obstante, el mejor uso del panel es el interactuar con los objetos y el dibujar, jugando con las dimensiones. Así, nuestro personaje puede lanzarnos objetos que nosotros “cogemos” con nuestro mando y, a su vez, lanzarlos contra enemigos u objetos preparados a tal efecto. Y, como hemos dicho, dibujar. Es un poco engorroso y no muy fácil de usar, pero el hecho de que podamos dibujar y que se transforme en un objeto es algo único. Como veis, rompemos las “dimensiones”. Nosotros no tenemos cámara o micrófono, pero también se pueden usar para recrear objetos, hablar por el mismo, etcétera.
Otra forma que tiene el juego de romper estas dimensiones es usando una aplicación de Playstation para que otro jugador envíe diseños y dibuje con su móvil, tablet, etcétera.
Como veis, original y novedoso a la hora de plantear los retos de las distintas fases.
El aspecto gráfico está muy bien. No es necesario aquí efectos de explosiones ni nada parecido. Es verdad que no es lo máximo para una Ps4, pero para su objetivo cumple con creces: máxima resolución y fps, máxima redondez y nitidez (con excelentes y simpáticos diseños). Los escenarios son originales, incluso hay por ahí ciudades repartidas en las que hacer cosas secundarias, incluyendo fases montados en monturas tales como animales o aviones.
El sonido también es excelente, con un gran doblaje al español (que recuerda al grandísimo trabajo de Puppeteer, aunque está lejos en número de líneas de diálogo) y una música medio celta, folk y por el estilo que pega muy bien con el juego, al estilo de esos violines sonando al modo Journey.
En cuanto al multijugador se basa en marcadores y el compartir y descargar los diseños de la comunidad. No tiene ese mundo de posibilidades de LittleBigPlanet, aunque incluye la posibilidad de, tras fotografías a personajes en blanco, de conseguir el diseño para imprimir en el mundo real, es decir, para hacer papiroflexia con los diseños del juego.
Por tanto, sin enrollarnos más, recomendaros este gran juego de plataformas, los cuales no abundan como no sean indies, con fallos típicos de Media Molecule (algunos momentos con la cámara, no muy difícil o largo), pero que compensa por todo lo dicho y, sobre todo, por su bajo precio, incluso si se compra de primera mano.
EJEMPLO DE GAMEPLAY:
Frikadas Mil 