Tercera y última parte de este DLC para Dark Souls que, como todo en esta saga, trae placer y quebraderos de cabeza a partes iguales. Intentaremos en próximas ediciones incluir secretos y demás del juego que nos hemos ido dejando (como Ariamis, por ejemplo). Pero por ahora, vamos a por Manus…

El Municipio de Oolacile

Desde el Coliseo, vamos  para adelante. El coliseo, en caso de ser explorado, sólo tiene dos caminos: un túnel a la derecha que lleva a la posibilidad del Modo Arena (PvP) y a la izquierda una larga escalinata. Si tiráis por aquí, llegaréis a una torre cerrada que necesita una llave.

Ignoramos ahora esto, seguimos adelante y llegamos a la hoguera; ya estamos en el Municipio de Oolacile. Si retrocedemos al Coliseo veremos a una tipeja con una armadura muy chula rezando. Si le damos el alma de Artorias nos da un par de espadas, pero si lo que le damos es una paliza (sin darle el alma) conseguiremos dichas espadas, su armadura y encima nos quedamos con el alma de Artorias de recuerdo.

Seguimos ahora sí nuestro camino. Aunque el camino se desvía ligeramente, en realidad es ir todo recto: recto por los puentecillos, recto por los caminitos…  Todo bajando. Por supuesto, eres libres de explorar cuanto te dé la gana. Eso sí, a lo largo de tu camino te encontrarás con una serie de gorilas extraños o algo así que no son peligrosos pero dan sus buenas hostias, incluyendo unos mago que lanzan unas bolacas de magia que, quieras o no, te las comes con patatas. Cuando veamos el tejado de un edificio circular con un cofre en su centro (que en realidad es un mimic), debemos seguir bajando escaleras (previo enfrentamiento con dicho mimic si te da la gana, claro). Es todo recto, como decimos, y no tiene pérdida pero ojo, no confiarse. Bien, una vez que hemos bajado desde donde el cofre, hay que tener cuidado al llegar abajo porque hay un mago cabronazo que está lanzando magia y debemos cruzar un estrechísimo puente. Esto puede ser jodido por lo que te recomiendo que vayas con el escudo en alto, te lo pares y después cruces corriendo y te lo cargues. Como ves, este tramo es fácil pero a la par complicadillo, no sé si me explico.

Continuamos y ahora llegamos a un lugar todo azulado, llenas sus paredes de lo mismo que maldijo a Artorias.  Ahí te espera un tipo, después dentro otro y ten cuidado porque caerá un tercero desde una viga del techo.

Bien, ahora hay una escalera que baja desde la derecha, pero vamos a asomarnos al balcón. Desde aquí verás una turbamulta de gente de padre y muy señor mío. Lo mejor que puedes hacer es tirando flechitas desde aquí arriba para que vayan viniendo de uno en uno, que es lo que hicimos nosotros. O te tiras desde este balcón roto, matas a los de abajo y después vas provocando a los demás. Paciencia porque pueden encularte.

Ahora baja y metete por la primera puerta de la derecha (cuidado que hay un mago por ahí arriba tirando mierdas). Sube las escaleras y vete a la izquierda. Estarás encima de unas vigas y verás desde aquí a la izquierda un balcón con un fuego de chimenea y un tonto dando vueltas. Salta hacia allí y mátalo (mata también a otro que está escondido por ahí). Ataca al cofre y vence al mimic: has conseguido una llave. Esta llave abre la puerta de arriba del Coliseo, donde te dijimos que había una torre a la que no podías acceder. Es  para poder comprarle cosas a un nuevo vendedor.

Ahora volvemos por donde vinimos, salimos ahora sí por la puerta de la izquierda, matamos a un capullo, nos metemos en el edificio de la derecha y un ascensor nos lleva al principio de esta fase: ya tienes un enlace con la hoguera del Municipio de Oolacile, por si mueres.

Baja por el ascensor y continúa recto. En el puente ve con mucho cuidado, pues hay varios cabrones agazapados y un par de magos. Una vez más, tráelos de uno en uno.

Una vez limpia la zona entra por el único camino posible y prepárate para un mini boss: un hijoputa con una maza y muy mala leche. Ponte a distancia, procurando ir con el escudo en alto o rodar. Que no te enganche o te hará bastante pupa.

Cuando lo venzas, entra y descansa en la hoguera. Bienvenido al Abismo (aunque la zona será llamada, te lo digo por si te estás teletransportando, Mazmorra de Oolacile).

Sima del abismo u otra vez oscuridad

Es verdad que no está tan oscura como la tumba de los gigantes, pero viene bien algo de luz. Aquí habrá un nuevo enemigo aparte de los dos que te han estado acompañando por el Municipio de Oolacile: los fantasmicos. Estos fastasmitas son fáciles de matar, pero te harán daño y no podrás bloquearlos. Procura que no te rodeen. Además, dropean humanidades, lo que siempre es bueno.

Aquí hay distintos objetos, pero te voy a narrar el camino directo, primero hacia Sif (sí, has leído bien, Sif el lobo. La diferencia es que aquí es pequeñito y después te puede ayudar en la batalla final del DLC. Por si tienes curiosidad, si no lo has matado todavía el video de introducción al monstruo cuando te enfrentes a él de mayor cambiará) y luego hacia Manus, el padre del Abismo.

Bien, empezamos (los dos caminos se describen desde la hoguera):

–Hacia Sif: sal de la hoguera y ve por toda la parte izquierda hasta que veas un puntito luminoso de color a tu Noroeste. Corre hacia él, porque en la izquierda no hay salida y sí bastantes enemigos. Sigue pegado por la izquierda hasta que te encuentres un pilar destruido a modo de puente. Crúzalo y ve por la izquierda. El suelo desaparecerá y te caerás. Sigue una vez más por la izquierda siguiendo al gato del Jardín tenebroso y encontrarás otro ascensor como enlace. IMPORTANTE: Este ascensor es para pirarte si te falta algo, pero sólo sube, no baja. Bien, pues al lado de este ascensor que te digo te lleva arriba, hay una pared. Atácala y desparecerá. Métete dentro y ahí tendrás a Sif, herido, rodeado de fantasmas. Vence a los fantasmas, espérate un rato alrededor de Sif y este te dará las gracias y desaparecerá. Ya podremos invocarle.

–Hacia Manus, el padre del Abismo: sal de la hoguera y ve por toda la parte izquierda hasta que veas un puntito luminoso de color a tu Noroeste. Corre hacia él, porque en la izquierda no hay salida y sí bastantes enemigos. Sigue pegado por la izquierda hasta que te encuentres un pilar destruido a modo de puente. Crúzalo y sigue recto. Verás dos o tres puntitos luminosos juntos. Ve hacia ellos con cuidado porque hay un mago y tira por esos tres puntitos luminosos, que es otro puente destruido (cuidado porque el mago te dará seguro sí o sí). Cuando llegues al otro lado baja por el camino o, mejor, déjate caer por la izquierda. Ya estás delante de Manus, el padre del Abismo.

Manus, más que padre, el padrastro del Abismo

Manus… cómo decirlo. No vas a saber de dónde te vienen los guantazos. Si vas como humano puedes correr detrás suya, que por ahí está el símbolo de invocación de Sif. Sif no tiene mucha fuerza, pero distraerá a Manus. Es tu única oportunidad de poder engancharle con lo más fuerte que tengas. O invoca a gente, a tu discreción. Si no te tocará protegerte con un escudo bueno y estable, y deberás ser muy ágil y rápido. Su ataque de mamporros (como los que dan los que se parecen a él pero en pequeño) te follarán en un santiamén. Y si saca su mano a pasear te aplastará como a una mosca o invocará magia negra, que deberás protegerte de ella si tienes un pendiente de plata o rezando.

Es un combate que no necesita tanta explicación como el que dedicamos a Artorias, pero es que en realidad es muy fácil: esquiva sus ataques o muere. Es una batalla bien larga y jodida. No puedo decirte nada más que esto: ¿eres mago? Ataca con lo máximo. ¿Guerrero? Espero que vayas con las armas dopadas. ¿Piromante? Bolas del Caos y guante a tope.

En fin… que te felicito por adelantado por vencerle (o al menos, por intentarlo). Una vez muerto aparecerá una mujer que, como siempre en este juego, poco más te va a aclarar de la historia.

Pues bueno… ya has terminado este DLC que te habrá costado unas cuantas horas y unas cuantas desesperaciones. Pero siempre te quedará la arena online o buscar más secretos (que los hay).

Aquí las otras partes de la guía DLC:

PARTE I

PARTE II

Hasta aquí la tercera y última parte de la guía dedicada a la expansión El abismo de Artorias.  Próximamente nos pensaremos si subimos localizaciones secretas y cómo hacer los pactos. Como siempre, cualquiera es libre de copiar o reproducir esta guía. Tan sólo te pedimos que nos nombres como fuente.

(De regalo, un poster de Artorias, el verdadero protagonista de este DLC. Dale las gracias al que lo ha capturado. Haced click sobre ella para verla en tamaño completo. Perdón de nuevo, pero no sé ahora el nombre del capturador ni de dónde la hemos sacado):